Ciudad de México, 11 de diciembre, (SinEmbargo).- El pensamiento positivo no tienen un efecto directo en la realización de metas, como se ha dicho en los últimos tiempos a través de libros y programas de superación personal, en su lugar, un nuevo estudio sugiere que al contrario, pasar mucho tiempo pensando en las esperanzas y sueños que se tienen, hace menos probable alcanzarlos.
La psicóloga de la Universidad de Nueva York, Gabriele Oettingen, determinó tras 15 años de investigación que “soñar sobre el futuro deseado deriva en la poca inversión y poco éxito, independiente de otros ámbitos de la vida, como la salud, trabajo, y las relaciones interpersonales. Con el fin de beneficiarse del pensamiento positivo sobre el futuro, la gente necesita incorporar en esos pensamientos un claro sentido de realidad”, escribió la experta en el sitio web de WOOP, la estrategia que desarrolló tras estos estudios.
WOOP vienes de las palabras en inglés: Wish, Outcome, Obstacles y Plan, es decir, Deseo, Resultado, Obstáculo y Plan, cuyo origen está en el contraste mental, una visualización técnica que incorpora este sentido de realidad necesario para alcanzar una meta.
Éste ayuda a las personas a comprender profundamente sus deseos e identificar claramente los obstáculos que se podrían interponer en el camino a cumplir sus deseos.
“Es una estrategia de autorregulación basada en la evidencia,que la gente puede utilizar con eficacia por su cuenta para cambiar su comportamiento a través de la vida diaria (por ejemplo, en la salud, la escuela, el trabajo, el juego, las relaciones) y en todo el ciclo de vida (por ejemplo, de la niñez a la vejez)”, se lee en el portal.
La autora del libro Researching Positive Thinking: Inside the New Science of Motivation (“Investigando el pensamiento positivo; Dentro de la Nueva Ciencia de la Motivación), explicó a The Psychology Podcast en qué consisten las cuatro etapas de este ejercicio consciente de asociar el futuro con la realidad y a la vez con los obstáculos, y las acciones para superarlos.
En la etapa del deseo, lo más importante es definir una meta, que puedes formular al responder la pregunta “¿qué es lo que verdaderamente quiero?”, si bien puede se una meta del tipo propósito de año nuevo, (como bajar de peso o correr un maratón), esto no es necesario. “El deseo no tiene que ser muy grande, sólo tiene que ser real, algo que realmente quieras”, dijo la psicóloga en declaraciones recogidas por Science of Us.
En el siguiente paso es cuando el pensamiento positivo entra de nueva cuenta en juego, cuando se imagina cuál sería el mejor resultado que se pueda sacar si la meta se cumple. “Defines ese resultado, y lo imaginas. Y una vez que lo imaginaste, te puedes sumergir verdaderamente en tus sueños”, dijo.
Los obstáculos son la parte en la que realidad toma lugar, y muchas de las personas fracasan sus intentos. La pregunta a responder aquí es “Qué hay en mí que me impide experimentar este deseo, ese resultado?”. Generalmente es una emoción, como el miedo por ejemplo, o los mismos viejos hábitos.
La última etapa es el plan de lo que se hará en caso de que el obstáculo pensado en la anterior fase aparezca. Entonces se tendrá entendido en lo que se tiene que hacer para superarlo.
